Cather, Willa: Uno de los nuestros.

Relato ambientado en el final del siglo XIX y comienzos del XX. Claude Wheeler es un joven que vive en el estado de Nebraska. Su madre, puritana en su protestantismo, le envía a estudiar a una universidad regida por personas de su misma rama protestante; a pesar del empeño de Claude por acudir a la estatal, seguirá allí y podrá conocer a una familia diferente a la suya. Claude, al finalizar sus estudios dirige a la granja familiar en donde el clima y las cosechas son las preocupaciones habituales. Sus dos hermanos han tomado otros derroteros y él continua en la granja. Estando allí se casa con una joven, Enid, de profundas raíces religiosas pero que no le hace feliz; cuando la hermana de Enid cae enferma de gravedad en China Enid no duda en ir allí cuidar a su hermana. Mientras, en Europa, estalla la Primera Guerra Mundial. Al inicio, la única repercusión es el aumento del precio del trigo y una mirada de desconfianza hacia los granjeros de origen alemán, aunque lleven décadas en USA. Claude no lo duda y se presenta voluntario; tras el periodo de instrucción es nombrado oficial y cuando Estados Unidos entra en la guerra parte en barco con su unidad hacia Francia. En el libro se relata con ritmo vivo la travesía en barco con las enfermedades que acompañan a los pasajeros. Claude cada vez se siente más identificado con sus hombres, que comparten el mismo ideal y están unidos por una notable camaradería; le sorprende la actitud de David, un joven músico que podría haberse librado de ir a la guerra y que comparte con él muchos de los momentos bélicos en los que participan. Sin saberlo, ambos morirán en la misma operación, en las tristemente famosas trincheras en las que cientos de miles de alemanes y franceses murieron Cather destaca la acogida de los franceses a los soldados, a quienes dan alimentos y compañía. De forma delicada, no deja de citar las inevitables secuencias cuando miles de soldados jóvenes llegan a pueblos en donde las chicas jóvenes llevan meses sin ver a varones de su edad por estar movilizados. Cather sabe reflejar los momentos de sosiego de Claude y algunos diálogos en los que la belleza de la naturaleza y el valor de la amistad contribuyen a hacer más grata la vida de Cather. El relato muestra una cierta melancolía en el protagonista principal a la vez que muestra con acierto la hondura de algunas aspiraciones e ideales de los protagonistas principales.