Calvo Poyato, José: El Gran Capitán.

El autor de esta novela histórica es historiador y recrea los años centrales y finales de Gonzalo Álvarez de Córdoba, más conocido como el Gran Capitán. La narración está hecha en tercera persona y comienza con los recuerdos de la estancia del Gran Capitán en Italia, en donde había sido enviado para luchar contra los franceses. Ya había destacado en la conquista de Granada, en 1492, entre otras cosas por su buena relación personal con Boabdil, a quien había apoyado en sus disputas internas. Don Gonzalo contaba con el favor de los reyes, especialmente de Isabel. Será a causa de sus victorias en Nápoles cuando Fernando, suspicaz, le retira su favor. Aunque don Gonzalo era militar y buen negociador, no era dado a intrigas palaciegas y, como consecuencia de esas será destinado a custodiar Loja (Andalucía) tras haberle negado la prometida encomienda de Santiago. Está allí cuando un mensajero real, custodiado por un capitán de los tercios, llega a Loja con el fin de pedirle que levante un ejército para volver a Italia. Se luchará a la vez allí y en Navarra, territorio que Don Fernando piensa anexionar tras cederles los derechos su esposa actual Germana. Al fallecer Isabel las cosas se complicaron mucho para el rey y, despechado se retiró a Aragón, se casó de nuevo y participa, tras el fallecimiento de su yerno, otra vez en la política castellana. La novela, fiel en lo esencial usa personajes de ficción, como el capitán Mendoza, para reflejar el prestigio y lealtad del Gran Capitán, las ambiciones del duque de Alba, quien será el que entre en Pamplona, y las intrigas palaciegas. Entre medio son muchos los personajes que desde diversos ángulos reflejan aspectos de la vida en la península durante esos años. Quizá sale un bosquejo en blanco y negro, en el que del Gran Capitán se pone gran énfasis en sus cualidades y de don Fernando sus defectos. En líneas generales responde a la realidad histórica con las licencias propias de una novela y las frecuentes referencias a sucesos inmorales que no entra a detallar. El libro se lee con interés y agrado.