Brontë, Charlotte: Jane Eyre.

Una novela romántica clásica, ambientada en Gran Bretaña en el siglo XIX. Una joven huérfana, debido a la incomprensión de su familia, al morir sus padres es llevada a un internado en donde recibe buena formación pero no tiene ningún contacto familiar. Al terminar su formación, con apenas diecinueve años, trabaja como institutriz de la hijastra de un caballero rico, cordial pero poco agradable a la vista. El amor de Jane Eyre por el señor de la casa se va forjando hasta el punto de fijar una fecha para la boda. Una noticia de última hora, impedirá que se realice ese proyecto. Jane abandona la casa y se va en busca de otro trabajo. Acaba en casa de dos hermanas solteras que viven con un hermano clérigo, cuyo ideal es irse de misionero a la India. La noticia de la herencia de un pariente a favor de Jane no sólo no les separa sino que ella descubre el lazo de parentesco que les une y comparte con ellos la herencia. Su primo John, clérigo anglicano, desea que Jane se case con él para que le acompañe a la India. La rigidez con la que vive John y la forma de condicionar la libertad de Jane da una idea ingrata del rigorismo con el que John vive y hace vivir a las personas de su entorno. Jane, se toma un tiempo para pensarlo y en ese ínterin descubre que el impedimento para casarse con el señor Rochester ha desaparecido. Jane le buscará y aunque descubra algunas limitaciones físicas, como la ceguera, su amor por Rochester recobrará su fuerza y deciden casarse. Su primo John se irá de misionero y mantendrá los planes que tenía sobre su futuro. La obra une elementos realistas y románticos, a veces con fuertes contrastes, al estilo del gusto de la época romántica. El estilo es de la autora es de calidad y conserva atractivo a pesar del paso de los años. La figura del clérigo hay que situarla en el contexto de la época en el que era frecuente que los varones prefieran conceptos como el deber a sentimientos que podía considerar secundarios. Como el entorno ha cambiado mucho, el lector necesita ser consciente de que le separan siglo y medio de los protagonistas del relato.